Por Fernanda Rodríguez
Antes de poder hablar de ellos, me gustaría hacer referencia sobre la etapa
por la que nuestras y nuestros jóvenes se encuentran cursando, ya que esto
nos puede permitir recordar y entender un poco más sus sentires.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), define la adolescencia como la
etapa que transcurre entre los 10 y 19 años. Normalmente la dividen en dos
fases; adolescencia temprana de 12 a 14 años y adolescencia tardía de 15 a
19 años. En cada una de estas etapas se presentan cambios fisiológicos
(estimulación y funcionamiento de los órganos por hormonas, femeninas y
masculinas), estructurales (anatómicos), psicológicos (integración de la
personalidad e identidad) y la adaptación a los cambios culturales y/o
sociales.
En virtud de lo anterior, la adolescencia es uno de los desafíos para las
madres y padres de familia, ya que es la etapa en la cual construyen su
personalidad, y si aunamos los cambios fisiológicos por los que atraviesan
suelen sentirse incomprendidos, situación por la cual se sienten enojados,
solos y confundidos.
Estas circunstancias les permiten identificarse con sus pares por la necesidad
de sentirse comprendidos y pertenecientes, ¿Quién los puede entender de
mejor manera que sus pares que se encuentra vivenciando lo mismo?
Y es esto, lo que genera en ellos lealtad y compromiso con ellos, y por no
defraudarlos, o ser rechazado, se atreven a realizar ciertas conductas de
riesgo que los pone en peligro, tanto en su integridad física como mental, y
en momentos hasta su libertad o su vida.
No quiero plantear un panorama catastrófico ante esta etapa de las y los
jóvenes ya que, la gran mayoría de las familias hemos logrado que se
cumplan los objetivos de manera favorable para su desarrollo integral.
Me permito hacer una recomendación, la cual me funcionó como madre de
familia cuando mis hijos fueron adolescentes, y es la de ir reduciendo de
manera gradual la dependencia nosotros los padres, e ir
responsabilizándolos sobre las decisiones que toman, haciendo que asuman
las consecuencias que se generen, favoreciendo con esto su independencia
y generando en ellos, el valor de la libertad con responsabilidad.
Me parece fundamental que tanto las madres, padres de familia y los
adolescentes conozcan que en nuestro estado existe la “Ley de justicia para
los adolescentes en el Estado de Querétaro”, la cual establece las medidas
de seguridad que les pueden ser aplicables, ya que hay cierta ignorancia
sobre las mismas.
Existe la creencia de que al ser menor de edad no podrá ser privado de su
libertad o en su caso, está concluirá al momento del cumplimiento la mayoría
de edad, siendo que esto no es verdad.
Me permití parafrasear algunos artículos de la ley que considero fundamental
sean conocidos.
Como las responsabilidades que le son aplicables a los adolescentes según
su edad, en el caso de los menores de 12 años, se encuentran exentos de
responsabilidad y solo se les impondrá algún tratamiento de rehabilitación
social que determine la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia,
solicitando a los padres o tutores, ayuden y participen en dicho tratamiento,
debiendo estos asumir las responsabilidades civiles -monetarias- según sea
el caso.
En el caso de los mayores de 12 años y menos de dieciocho años de edad-
la que nos interesa- serán responsables de sus conductas sobre el principio
de culpabilidad y no se admitirá por ninguna circunstancia tener alguna
consideración acerca del delito realizado, ni por su vulnerabilidad biológica o
personalidad, es decir, no habrá ningún tipo de justificación por el hecho
cometido, por lo que se le podrá aplicar la privación de la libertad por ciertos
delitos considerados graves, como son; homicidio, secuestro, fraude,
lesiones, aborto, etc...
La pena máxima establecida por delito cometido en esta ley es de 7 años, y
en el caso de cumplir la mayoría de edad y aún no se ha cumplido la
sentencia, se mantendrá privado de la libertad en el mismo Centro de
internamiento, solo que en un área distinta de donde se encuentran los
menores de edad.
Ahora considero importante mencionar que en esta misma ley se encuentran
los derechos y garantías irrenunciables con los que cuentan los
adolescentes, los cuales no debemos perder de vista y exigir, estos son:
La privación de la libertad se aplicará de manera excepcional y como
último recurso
No aplicarles ninguna medida no establecida en esta ley
Ser tratados como inocentes, hasta que no se demuestre lo contrario
El que lo acusa debe probar la responsabilidad del acusado
Ser defendido y en caso de no poder pagar abogado privado, se le
asignará uno de oficio gratuito.
Comunicarse con un familiar al momento de la detención
Se le informe de manera clara y accesible a su comprensión a este, así como a sus familiares
Causa o causas por las cuales fue detenido
Quien lo acusa
A no autocriminarse
No ser sometido a maltratos para tomar declaración
Presentarse al ministerio público inmediatamente a su detención, así como todos los previstos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y como los Tratados Internacionales referentes a la Ley para la Protección de los Derechos de Niña, Niños y Adolescentes, y a la Constitución Política del Estado de Querétaro.
Espero que esta información les haya parecido interesante y accesible a su
comprensión, sé que el lenguaje jurídico nos dificulta su asimilación, pero no
debemos olvidar que, la ignorancia no nos exime de responsabilidad, por lo
que es importante que hagamos un esfuerzo por conocer y comprender
nuestras leyes.
Bibliografía:
Ley 049 de fecha 29/11/2014 del Poder Legislativo del Estado de Querétaro, (Ref. P. O. No. 71, 29-XI-14)
American Psychological Association 2010, Adolescencia. https://www.apa.org/topics/teens/adolescencia
Secretaria de Salud, Centro Nacional para la de la Infancia y la Adolescencia, 20 agosto 2015, ¿Qué es la adolescencia?
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