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Writer's picturePreparatoria Carl Rogers

¿Cómo me puedo llevar mejor con mi hijo adolescente?

Existen papás que creen que nuestros adolescentes ya son grandes y pueden enfrentar solos su vida, más yo siempre me cuestiono:


¿Si aún no pueden decidir a dónde ir el siguiente fin de semana, si ir al cine o a la fiesta, cómo podemos creer que están listos para poder transitar este camino solos?


Mi experiencia me ha mostrado que entre más me interese por cada uno de ellos, responderán de una mejor manera a las diferentes opciones que yo les pueda ofrecer. Es decir, considero fundamental que como padres y docentes nos interesemos más en ellos.


Sé que ellos intentaran alejarse de los adultos lo más posible, pues en la etapa por la que atraviesan se encuentran formando su personalidad, pero desde mi punto de vista es importante que no les hagan mucho caso. No se alejen, porque si lo hacen lo que les puede llegar a generar es una sensación de abandono.


Debemos los adultos, como adultos que somos, ser cautelosos con ellos, aunque en momentos parezcamos incongruentes. ¡Sí! en momentos debemos alejarnos, separarnos, pero nunca abandonarlos. Es como estar detrás de la puerta como el que espía, no en el mal sentido de la palabra, sino como intentar siempre estar listos para poder recibirlos en el momento que ellos crean desfallecer o en la encrucijada de tomar alguna decisión y poder ser su apoyo.


¿No consideran que nos es más fácil tomar decisiones consultando con los demás?, No sé si sea una condición única de los adolescentes, o más bien una condición del ser humano en general.


Otra cuestión que me parece importante es hacerles saber que no somos sus amigos, somos sus papás. Ellos requieren tener esta figura perfectamente delimitada, ya que en muchos momentos lo que requieren es una guía, más que un compañero de fiesta.


Amigos tienen y tendrán muchos en el transcurso de su vida, mamá o papá solo tendrán uno.


Busquemos tiempo para compartir de preferencia una comida al día, donde podamos comentar lo que nos sucedió. Es importante que no seamos como detectives privados lanzando preguntas para investigar sobre su vida, más bien, platiquemos de la nuestra para que ellos poco a poco se vayan abriendo y platicando sobre la suya.



Interesémonos por sus labores diarias, sus materias, sus amigos, sus intereses. Es como cuando de jóvenes nos interesaba alguien; buscábamos conocer lo que le gustaba e interesaba, con la finalidad de tener un punto de encuentro. Creo que con ellos debemos hacer lo mismo, buscar puntos de encuentro para que logren encontrarse (valga la redundancia) con nosotros y sentirse seguros. Intenta buscar un gusto en común, te recomiendo un juego de mesa para que este punto de encuentro no sea el regaño.


Como conclusión, quiero puntualizar lo que me parece importante destacar lo que puede mejorar tu relación con ellos:


1.- Acompáñalos en la toma de decisiones, mas no te impongas

2.- Ten la cautela de apartarte por momentos, pero no hasta el punto de que se sientan abandonados

3.- Vigílalos, con la intención de poder estar ahí cuando necesiten apoyo

5.- Escúchalos antes de hablar

6.- Interésate por lo que a ellos les gusta

7.- Acompáñalos, si es necesario en silencio. A veces las palabras y los sermones sobran

8.- Comparte al menos una comida al día con ellos

9.- Juega con ellos, esto abre las puertas del corazón

10.- Comparte tus experiencias del día, para que ellos aprendan hacer lo mismo contigo

12.- Y si te equivocas no importa, quédate satisfecho ya que lo has hecho con todo el amor.



Recuerda, siempre tendrás la oportunidad de volver a intentarlo.


Espero que estas aportaciones te ayuden a pasar por esta etapa menos angustiado. Recuerda siempre que tú también pasaste por esto y hoy estas aquí, intentando hacer tu mejor esfuerzo como padre o madre. Estoy convencida que las respuestas correctas siempre estarán en el amor que les tienes a tus hijos.



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